Porque son menos dañinas para el medioambiente y para tu piel. La respuesta es así de contundente. Pero te explicamos por qué para que no dudes en invertir en tu bienestar y en el del planeta, con unas buenas toallas de algodón orgánico.
Son más respetuosas y sostenibles con el medioambiente.
Las toallas de algodón orgánico, al igual que el resto de prendas confeccionadas con esta fibra, garantizan que en todas las fases de su cultivo y cosecha se han respetado los estándares internacionales en los que se prohíben las semillas transgénicas, el uso de fungicidas o insecticidas químicos, tan tóxicos y dañinos para el suelo, las fuentes de agua o los insectos que habitan en su ecosistema, como para quienes lo manipulan y trabajan el proceso de recolección. Se cuida la salud de las personas involucradas en la producción porque no están expuestas a químicos corrosivos y dañinos.
Evita el cultivo intensivo, disminuye las emisiones de carbono y en definitiva conserva el medioambiente para las próximas generaciones.
Aportan bienestar y protegen las pieles más sensibles.
Y es que las toallas de algodón orgánico absorben mejor la humedad que las de algodón convencional, pero, además, en el tratamiento del algodón orgánico tampoco se usan tintes o blanqueadores que pueden afectar a las pieles más sensibles, y en su acabado se utiliza una técnica de socavación suave, con agua caliente y sodio, consiguiendo un pH neutro. El algodón orgánico es el recomendado para los bebés que sufren eczema o dermatitis atópica y en general para todas las pieles sensible ya que evita alergias.
¿Todavía tienes dudas? ¡Revisa todas nuestras propuestas de toallas de algodón orgánico!